Tengo esa adicción a la codependencia, a ser la víctima perfecta, a dar hasta que duela; tengo la necesidad de salvar al que se me atraviesa aunque no se lo merezca y es la sensación de omnipotencia que me dio la competencia de hacer de consejera ; tengo un pánico terrible a no ser lo suficientemente buena, a que me deje quien sea, a no ser tan perfecta ; y a veces en medio de esta verdad tan destructiva, ando por ahí diciendo que yo soy la que se queda, la que sacrifica, la que se entrega, la que si, es demasiado buena; no es que las víctimas sean realmente, víctimas de mi problema, el aprecio es cierto y tan bien todo el afecto; lo que no es cierto, lo que es una mentira desde luego, es que no pueden vivir si yo me alejo, porque aunque siempre vuelven a pedir perdón; todo es producto de esta terrible adicción, que te hace creer que sin mi ya no.
Tengo esa adicción a la codependencia, a ser la víctima perfecta, a dar hasta que duela; tengo la necesidad de salvar al que se me atraviesa aunque no se lo merezca y es la sensación de omnipotencia que me dio la competencia de hacer de consejera ; tengo un pánico terrible a no ser lo suficientemente buena, a que me deje quien sea, a no ser tan perfecta ; y a veces en medio de esta verdad tan destructiva, ando por ahí diciendo que yo soy la que se queda, la que sacrifica, la que se entrega, la que si, es demasiado buena; no es que las víctimas sean realmente, víctimas de mi problema, el aprecio es cierto y tan bien todo el afecto; lo que no es cierto, lo que es una mentira desde luego, es que no pueden vivir si yo me alejo, porque aunque siempre vuelven a pedir perdón; todo es producto de esta terrible adicción, que te hace creer que sin mi ya no.
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