Psiquedeeros

Te escribía muchas cosas sin sentido, no me creas todas las estupideces, te escribía con tanta drama mi querido, que tal vez te hice sentir que era tu culpa; y ahora entiendo mi guerrero que no tenías las armas para sacarme del pozo ni podías bajar al agujero; ahora entiendo mi príncipe azul, que tu no tomaste clases de primeros auxilios ni buceo...no podías evitar que me ahogara, no podías hacer absolutamente nada. Te escribí muchas veces con odio en las palabras, pero no soy rencorosa, de eso no queda nada, puedes buscar una princesa que quiera ser salvada, que no necesite que por ella consigas razones para vivir la vida.

A lo largo de tu vida te cruzaste con un par de duendes del bosque que vinieron a alegrarte y no lo notaste;  En el transcurso de los años has coincidido con algunas hadas que tenían como misión convencerte de que el mundo era mejor, pero tu imaginación no te lo permitió; Con el pasar del tiempo te han enviado un par de ángeles a sacarte de problemas y no has dejado de quejarte del destino y del vecino; Polvos mágicos, deseos de lamparas, mágia blanca se ha posado en tu destino y tu sigues diciendo que la suerta a ti nunca te ha sonreido.

Ya no se decir si estoy cansada o aburrida, si se me acabaron las amigas, la salud, o las sonrisas; ya no se decir si estoy enferma o deprimida, si estoy fingiendo o estoy sintiendo, si me acostumbre a fingir o de verdad me estoy muriendo. Ya no se decir si estoy frustrada o confundida, si me levanto o estoy dormida, si me gustas o te odio, si es trauma o invento, si es realidad, sueño o fantasía; si es verdad o si es mentira; si soy yo alguien indicada para etiquetar un par de lineas.

A veces no puedo dejar de escribir de ti y te cambio el nombre para no decir lo que estoy diciendo, a veces quisiera inspirarme en otros besos, en otros infiernos, pero solo conozco los propios, los tuyos... quisiera también en silencio y a gritos que no te hubieras ido un día que hacía frío, que hubieras aguantado la tempestad en lugar de pensar en marchar; a veces no puedo evitar excavar hasta cadáveres de recuerdos encontrar, hasta encontrar agua que parece de un mar en el que te fuiste a ahogar. A veces es simplemente inevitable aceptar que te rompiste y te tengo que remplazar, que no vas a volver, que antes de irte ya no eras lo que dijiste, que había una tormenta de la que no me protegiste, te perdiste, te fuiste, entre arena y viento, bajo tierra y despacito tu voz se fue volviendo un murmullo y tus recuerdos algo difuso, una reminiscencia de aquellas veces que fui un niño perdido al que no ayudaste a que se encontrara 

Cruce esas calles y no supe donde estaba, tome caminos y di mil vueltas, no me enseñaste como volver a casa, como encontrar la luna y aunque siempre me sentí del espacio, la atmósfera me asfixiaba; la falta de gravedad se volvió de gravedad y camino a la luna mi universo estallo; y se quemaron mis alas y que más da, con esa hermosura no necesitaba alas para otro hogar encontrar y busque cráteres en muchas casas y satélites artificiales hicieron de hogar y un día regrese sin saber alunizar, sin saber si quiera hacía donde llegar, porque tu te jactabas de luna pero eras un cometa que solo pasaba de cuando en cuando a saludar

Pasado imperfecto, presente perverso, revivo esos versos en los que dijé no te quiero, ahora jugamos a ir y venir, a fingir que un pequeño cambio está vez nos hará coincidir, nos hará sentir feliz; futuros inciertos, recuerdos, fragmentos, no hay nada correcto, no había un amor ni algún intento, pasado participio, acuérdate que nos quisimos, presente perfecto, reconocer lo mal que hicimos; ya no es correcto seguir jugando y conjugando un verbo falso, yo no te amo, tu no me amabas, no te amare, ni te ame, estamos queriendo, pero no amando.

Debí haberte dicho al segundo, no era mi intención quererte, no era mi intención herirte, busque solo un distractor y entre novio y novio salí contigo; y no te hable de los romances de los sábados que no quise, que no pude, porque era de alguien más y no de tí, te habría dado todo el amor del mundo si pudiera, pero no quería de ti, pero no quise dejarme querer; podría arrepentirme unos segundos, fingir que no jugué contigo y podría justificarme diciendo que nunca hable de amor sincero...pero lo cierto, es que es cierto...yo veía tus intenciones, yo sabía de tus afectos y sin querer queriendo me aproveche de ellos, del cielo que bajabas para mi, de tu compulsiva forma de competir  por mi, cuando sabía yo que habías perdido desde el día que te conocí.

Debería dejarte claro que al principio todo fue muy improvisado, que sin orden y sin tiempos, no tenía que ser, sino que era; parecía una creación del inconsciente, una caricatura de literatura, carecía de sentido y de motivos, pero era un poema a los sentidos. ¿Sabes algo? nunca pensé que se prolongaría por años, nunca supe que podía ser algo; de repente palabras alineadas querían ser producto de un cerebro en explosión, yo solo dejé que sucediera la improvisación, que la mezcla de emociones y racionalización dieran un resultado tan legible como lo permitiera la imaginación. Ya los sabes, lo único legible en estas frases, fue un dolor que quería curarse, fue entender que no sabía como explicarme, fue hacerte ver que aunque así lo vez, no todo es como crees.

Suplícale a Dios que te deje dormir hoy, que perdone tus pecados, que la culpa te recuerda, que no dejan que descanses; suplícale que te ayude a perdonarte, que te enseñe a superar, a olvidar el gran error; pídele indulgencias y suplícale que libere tu alma, tu mente, tu esencia, tu sonrisa clausurada, tu esperanza clausurada; suplícale esta vez, que te de fuerza, te de armas, que te de una solución, para que entiendas hoy, que no hay culpa, no hay error en algo que no fue tu decisión.

Tienes que dejar de sabotear tu propia vida, dejar de perder tu esencia,  darte permiso de ser feliz. Tienes que aprender a disfrutar todos tus triunfos dejar de perseguirte, juzgarte y torturarte. Tienes que volver a ser feliz y sonreír, secarte esas lagrimas, perdonarte los errores Tienes que recuperar las ganas de vivir, aceptar tus manías, volver a quererte.

Es posible que te mates en ese intento de querer ser alguien, que te rompas toda el alma en el afán de enamorarte, es posible que te dañes, es posible que te falles. Es probable que no notes cuando pierdas la cabeza, cuando pierdas tu esencia y te falten las promesas, es probable que dejes de ser o de estar. Es seguro que te marches sin lograr tus ideales, sin cumplir expectativas, sin lograr cambiar el mundo, es seguro que termines por forzarte a demostrar. Que es posible, que es probable, que es seguro, que no quieres lo mismo, que ese ser al que quieres hasta el infinito

Y sientes el revuelto, el mareo tan perverso, como si el mar estuviera en cualquier rinconcito de tu cerebro, todo se mueve recio; ese zumbido lento que pasa tras tus ojos, que vibra en tu equilibrio, que hasta parece que quiere tumbarte cuando llega a nublarte todos los sueños; no lo vas a entender, ese vaivén de energía que un día se te va hasta los pies, ese silbido de falta de aliento que te ha visto desfallecer; ese latido tan lento y bajito qeue quiere desaparecer. Y sientes sudor frío, bajar por tu vestido, mientras tiemblan los dedos, los suelos y los cielos y crees que el piso se va a romper; como se rompen esos, todos tus pensamientos, que se dispersan en versos diversos de aquellos mareos que te hacen devolver.

Quedan las cicatrices, cuando una herida sana y el tiempo pasa, no se borra la huella del suceso hiriente; en algunos casos llega a desvanecer o camuflajear la cicatriz, pero no se puede negar su existencia, su desdibujada existencia que a veces la memoria nos ayuda a olvidar, pero el inconsciente insiste en recordarnos; en recordar ese escozor, ardor o el más puro dolor que nos causó; quedan las cicatrices, no solo de heridas literales, sino de palabras punzocortantes, corazones rotos y espíritus derrotados; disculpa por no haberte enseñado a meter las manos al caer perdidamente enamorado, pero lo cierto es que esa noble cicatriz, que viene finalmente a salvarte del desangre, es a veces imperceptible o ignorable, es a veces un pequeño recuerdo con tintes de sangre.

Hoy me tengo que disculpar por esos años, en los que no hice nada por ti, no reclame, no me moleste ni siquiera, incluso a veces lo festeje; hoy mismo me da pena decirlo, que abusaron de ti y también fue mi culpa y tampoco hice nada, no, no hablo de abuso sexual, para mi solo fue acoso escolar, para ti fue la peor etapa de tu vida, para ti fueron golpes y humillaciones, rechazo e interrogaciones, hoy me tengo que disculpar por hacerte dudar de que valías lo mismo que los demás, por no mover un dedo por ti, por no alzar la voz, por no defenderte cuando era claro que te hicieron hacer cosas que no querías...y si tal vez no te hice nada, si tal vez yo no te grite: tonto, gordo, afeminado; si tal vez no te pegue, no te quité el dinero, no me burle . No soy mejor persona, deje que pasara en mi cara, tal vez por salvarme a mi, tal vez por no meterme en problemas, pero discúlpame por favor, espero que estés mejor, espero que hayas podido superarlo, que hayas tenido la fuerza para aguantarlo

Como te volviste cortante, vas a tener que limpiar el desastre, aunque no te suene importante, te vas a quedar sola en un instante; cuentan te pusiste distante, más arisca y arrogante, te lo advierto como amante, no voy a quedarme a rogarte; dicen que te enfermaste, que algo cambió en tu persona, yo no me explico a detalle, que demonios fue a pasarte; siento que te trastornaste, que algo paso o esta por pasarte, porque últimamente y sin avisarnos, parece que vas a marcharte; no puedo contar cuando empezaste a cortarte, cuando decidiste dejar de alimentarte, no puedo decir con certeza si la depresión se metió en tu cabeza o si es la ansiedad la que no te deja

En un espejo de papel, cuantas veces no me proyecte, en un texto con reflejo, entre lineas y unos versos, me escribí y describí; sin querer y por sentir; cuentan que a veces hablo de mi, que la niña a la que le dedique textos era yo, que indirectas fueron verdades que no me quise creer, que lo único falso  en tanta prosa, es la bitácora en la que se ocultan tantas cosas; lo que se escribe y se describe, fueron mis sueños y mis desvelos, fueron manías que me cree y en otros cuentos yo disfracé...cuantas veces me destrocé, me reconstruí en un texto en el que a alguien perdoné. Y en esa hojita de papel, que hice bolita y a la basura lance, se fueron mis miedos y mis deseos, se fundieron temores y decepciones; se hizo el milagro de curar mis malos pensamientos.