Domingo

Recuerdo que empece a compensar  de maravilla, a disimular mejor que nunca y a mentir sin querer; solo se fue dando, hasta que yo mismo me creía la mentira y se veía sano, pero correr cuando quieres llorar no esta bien de ninguna forma; recuerdo que si, empece a controlar todo para no perder el equilibrio, para entonces yo venía recuperándome de una depresión crónica no diagnosticada que parecía ya bipolaridad por la euforia que sentía a veces y sobre todo cuando hacía frio; pero era el tratamiento indicado, evitar emociones fuertes, mantener el equilibrio a como diera lugar; recuerdo que solía pensar que no estaba bien, pero era la única forma de mantenerse bien, los domingos lloraba durante el desayuno y me ponía a leer mientras lloraba, los domingos me daba el lujo de perder el equilibrio y la cordura; recuerdo como me gustaban los domingos porque podía ser solo yo en mi mundo

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