Los limites humanos

El disfraz de mantequilla ha fracasado, la verdad la crítica no se me resbala y aunque la principal crítica siempre he sido yo, existe aún esa voz que quiero pensar no es mía, que me dice sigue haciéndolo, sigue trabajando hasta el cansancio, es esa voz la que me hace ignorar el vacío en el estómago cuando no hay tiempo, que me ha hecho desmayarme del agotamiento sin sentir si quiera una advertencia, le dices cállate al cuerpo y a veces ni siquiera escuchas sus gritos… lo irónico es que aun cuando crees que las otras personas se enojaran o te harán sentir mal por tener límites, solo eres tu quien quiere disculparse por no poder pasar 10 horas sin comer, 3 días sin apenas dormir o por simplemente desmayarte, las otras personas entienden los limites humanos, las otras personas aceptan el freno del cuerpo humano que tú quieres ignorar como quien maneja un carro con el freno de mano puesto y humo saliendo del radiador.