Dejo de latir

Un día se me congelo el corazón y mi sangre ya nunca volvió a calentarse, lo se porque lo sentí desde el primer momento y todos sabemos que los sentimientos no están en el corazón, pero es que desde aquel día me daba  miedo pasar frió, y empece a hacerme de capas y capas de ropa, pero seguía sintiendo ese frió en los huesos; mis manos nunca se calentaban, aunque las frotara o les pusiera guantes, aunque las acercara al fuego, yo sabía que ya nunca iba a superar esa sensación;  mi piel con el tiempo empezó a verse morada, un día empece a sentir que mi meñique se desprendía, pasaron muchos muchos días y finalmente mi corazón dejo de latir, mi sangre había terminado de congelarse, me había vuelto una estatua de hielo sin dedos....porque los dedos terminaron por caerse ante el intento de moverme.

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