Te rompiste y te tengo que remplazar


A veces no puedo dejar de escribir de ti y te cambio el nombre para no decir lo que estoy diciendo, a veces quisiera inspirarme en otros besos, en otros infiernos, pero solo conozco los propios, los tuyos... quisiera también en silencio y a gritos que no te hubieras ido un día que hacía frío, que hubieras aguantado la tempestad en lugar de pensar en marchar; a veces no puedo evitar excavar hasta cadáveres de recuerdos encontrar, hasta encontrar agua que parece de un mar en el que te fuiste a ahogar. A veces es simplemente inevitable aceptar que te rompiste y te tengo que remplazar, que no vas a volver, que antes de irte ya no eras lo que dijiste, que había una tormenta de la que no me protegiste, te perdiste, te fuiste, entre arena y viento, bajo tierra y despacito tu voz se fue volviendo un murmullo y tus recuerdos algo difuso, una reminiscencia de aquellas veces que fui un niño perdido al que no ayudaste a que se encontrara 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Te daré unfollow

Hazte responsable