Esposa desesperada

Se me hizo manía fijarme en tus errores; saber cuántos minutos llegas tarde, contar las promesas y las fechas que olvidaste, hice un presagio de cada vez que pensé me engañarías, se que me fallaras y adivinó que no llegarás; no se si fue el amor o las ganas de que funcionará , se me hizo costumbre dejar que pasará ; y me odio por eso porque me siento doblemente peor que cuando esperaba que acertaras; y me odio por eso, porque me siento como una esposa desesperada, con tanta frustración que no tengo ninguna tolerancia ante tu error.

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