No me van las despediadas

Quería que tu odiaras mi presencia, que fuera tu decisión, que hicieras tu el tramite directo en tu mente, en tu corazón; quería no tener que soportarte, las llamadas ya muy tarde tratando recuperarme; quería no tener que escucharte cuando entre uno y dos reclamos me dijeras aun te amo, quería que descubrieras por ti mismo que en el paso de los días se empezó a pasar la vida y el amor que te tenía; quería que sacaras tus conclusiones, que al igual que los temores te alejaras en silencio y de forma paulatina; quería confesarte finalmente que entre todos mis defectos, el más grande de todos estos, el mayor de mis problemas: no me van las despedidas. Quería encubrir mi cobardía, me faltaron los motivos, me sobraron sentimientos para decir ya no te quiero

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