Como el otoño

Su cabello era como el otoño, desaliñado, lleno de basuritas, sus ojos tenían el color mas cotidiano del mundo y sus labios, sus labios no eran suaves y humectados, tenía pequeñas cortaditas todo el tiempo por esa costumbre de morderselos cuando estaba nerviosa, era una persona muy nerviosa y a pesar de eso sabía verse segura;  a simple vista daba un aire de locura, de drogadicto en rehabilitación, de enferma terminal pues sus mejillas distaban mucho de tener un bonito color caramelo, se notaba a kilometros esa fragilidad de hoja de maple, si le soplabas un poco probablemente se caería, pero sus ojos, esos ojos tan cotidianos y a veces medio idos, reflejaban una fuerza que equilibraba su vida, no puedes quitar el  merito, intentaba mantenerse colgada de esa rama que se agitaba fuertemente... pero el otoño paso y aunque a penas lo sobrevivio, llego el invierno y se murio de frio, entre tanto ajetreo las demas hojas se dispersaron y siguieron su camino, entonces se dio cuenta de que nada valia la pena lo suficiente como para aferrarse demasiado...simplemente se murio de frio

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