Trillada y triste
Eres la metáfora esperando ser escrita, solo comparable a objetos sublimes y dioses del olimpo, como me gustaba equipararte a los sonidos, a los sacros cantos, al celeste manto, para ser sincera había cierta enajenación en tu presencia, podría decir que me obsesiono escribir de tu belleza; tu tan increíble, tan imprescindible ¿ como describirte sin sonar tan trillada y triste?
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