Ayer corrí para que no llegara hoy

Mis dedos inquietos, aquí está el precio de soñar, 500 cicatrices de neuronas que me hacían pensar, siento una arritmia mientras se descarga la adrenalina, es la caída al vacio, esa fue hoy la salida, después de 130 miligramos por cada quilo de mi cuerpo, siento hoy la sobredosis de un conocido medicamento, mientras abro la pagina de un libro y me doy cuenta de que todos hablan de lo mismo, hoy mi ciencia ficción se me antoja muy real, las noticias no dicen nada que no pueda imaginar, un atentado sería muy bueno para ponerle pauta a mi final, mis manos se arrastran por el teclado mientras declamo mi cansancio  y mi organismo deterioro, la taquicardia que  no me deja ni en episodios alucinatorios me hace pensar en colgarme de unos cables de alta tención para terminarme de matar, lo he decidido, he encontrado un método mas sencillo, voy a dejar que el mundo me mate mientras me consumo entre cigarros y cerillos, tarde o temprano iba a pasar, el mundo acaba con los que no siguen a los demás, no es presunción, no alardeo de mi imaginación, pero yo prefiero correr al lado contrario al que gira el mundo, así aprendí que aun que suene poco pensado, puedo retroceder el tiempo si voy al lado contrario, mañana me mato y ayer corrí para que no llegara hoy.