Secuestro imaginado


Oye, estoy atada a una silla, con los ojos anchados de llorar y de golpes en la cara y otras partes del cuerpo, pensar que soy yo la que siempre considero interesante un secuestro, después de todo ahora sé que los secuestradores tienen interesantes pensamientos, me arden las manos por los alambres con los que me amarraron, y también me duelen por la postura en la que he estado desde hace un rato, tal vez horas tal vez días, no se han tomado la molestia de quitarme la cinta de la boca, no tengo fuerzas para gritar, pero sé que ellos conocen mejor el significado de fuerza,, saben que si alguien quiere vivir encuentra fuerza, todo mi cuerpo tiembla rasguñando un poco mis muñecas, siento sangre que resbala por los dedos, dudo que sea sudor por lo fría que esta la habitación, no sé si en realidad han pasado horas o días, he perdido la noción del tiempo, igual que un hada recién convertida, puedo creer en los cuentos de hadas, yo creía que esto no era tan real como parecía, dime cuando pierdo la esperanza si no se cuanto tiempo pasa.

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